El Ozono y sus Beneficios

El ozono es una forma alotrópica del oxígeno, en la cual la doble unión entre átomos del estado natural se rompe mediante la absorción de un “quantum” de energía de longitud de onda apropiada, permitiendo incorporar un tercer átomo (libre hasta ese momento o liberado por otro “quantum” energético) en una configuración de forma triangular, inestable por naturaleza. En poco tiempo, la molécula de ozono (O3) tiende a perder a uno de sus componentes, cerrándose nuevamente en una molécula de dos oxígenos, nuevamente estable. El átomo “perdido” queda con carga eléctrica y su actividad oxidativa es una de las más importantes de la naturaleza (“oxidar” proviene de “oxígeno”).

Bastan concentraciones pequeñas de ozono (del orden de los 0,2 mg. O3/m3 de aire, m3= 1000 lts.) para poder comprobar las ventajas que ofrece.

En el agua presenta gran solubilidad (mayor que la del oxígeno) medida ésta por el coeficiente de equilibrio entre la fase líquida y la fase gaseosa para unas mismas condiciones de presión y temperatura.

No obstante, el equilibrio sólo se alcanza en el momento en que todas las materias reductoras existentes en dichas fases se han oxidado.

Queda siempre una parte de ozono en el agua (llamado ozono residual) mientras aportemos más ozono que el necesario para neutralizar la acción de materias reductoras que se puedan ir formando o estén presentes en el agua.